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La reestructuración societaria en una PYME

19/09/2015

Cuando una PYME crece de forma constante durante varios años, llega el punto en que se debe valorar si la realización de una operación de reestructuración empresarial podría ser beneficiosa. Los motivos para tal reestructuración pueden ser varios:

  • Minimización de riesgos: Especialmente importante cuando la empresa tiene patrimonio personal mezclado con el profesional (vehículos personales, viviendas, etc.) o cuando ha acumulado patrimonio (terrenos, otros negocios, etc.) ya que tal patrimonio podría estar expuesto a los riesgos propios de la actividad empresarial, como podría ser una disputa de socios, una pérdida de crecimiento, etc. En el caso de una empresa familiar es importante planificar su sucesión generacional.
  • Preparación estratégica ante eventualidades como una fusión, una incorporación de socios, una ampliación de la actividad, un ahorro de los costes administrativos, un cambio de estrategia comercial, etc.
  • Obtención de unos accionistas comprometidos y estables.
  • Profesionalización de la compañía, aumentando así su productividad.
  • Ahorro fiscal (aprovechamiento de pérdidas fiscales etc.): Es importante tener presente el régimen fiscal aplicable a la reestructuración empresarial ya que, en muchos casos, determinará el modo de proceder con ésta.

Las reestructuraciones pueden representar cambios importantes en uno o varios aspectos de un negocio. Estos aspectos se pueden clasificar, aunque muchas veces se entrelazan entre sí y dan lugar a cambios simultáneamente:

  • Procesos de la empresa como consecuencia de nuevos mercados, nuevas tecnologías, nuevos canales, etc.
  • Recursos humanos como consecuencia de adaptaciones de plantilla a las necesidades de la empresa: variación de salarios, flexibilización de recursos, etc.
  • Estructura de costes fijos como consecuencia de un proceso de “outsourcing”.
  • Localizaciones productivas como consecuencia de decisiones de deslocalización industrial.
  • Estructura financiera o fuentes proveedoras de recursos financieros.

En definitiva, una reestructuración societaria facilita las opciones estratégicas de una empresa para su continuidad empresarial en las distintas situaciones en las que se pueda encontrar (compras, fusiones, ventas, etc.).

 

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